A los 18 años de edad, Suarez ingresó en la escala subalterna facultativa del Cuerpo de Telégrafos en Madrid. Sin embargo varios años mas tarde fue destinado a la estación telegráfica de Calatayud.
En 1857 se le atribuyen diversas pruebas fallidas de telegrafía sin hilos en Zaragoza, que podrían ser las primeras experiencias de radio ‘avant la lettre’ en España. Escribe su primer libro en 1862, “Guía del subalterno facultativo de Telégrafos del Estado”, el cual no pudo publicar por falta de recursos económicos.
A partir de 1867 comenzó para Suárez un periodo de estabilidad profesional, como Jefe de Servicio de Telégrafos en Zaragoza. Aprovechando para desarrollar un telégrafo de cuadrante, el cual presentó en la Exposición Aragonesa de 1868, recibiendo mención de honor. Más que el propio telégrafo de cuadrante, es interesante la motivación de Suárez al construirlo, pues pensaba en una extensión de la telegrafía al ámbito privado, incluso al familiar, que se vería favorecida por aparatos de sencillo manejo, como el suyo. En 1870 publica: “Tratado de telegrafía y nociones suficientes de la posta”. Siendo el primer libro “moderno” de telegrafía escrito en castellano, y el cual tuvo pocos precedentes extranjeros de similar envergadura. Lo que lo convirtió en una adquisición fundamental para el cuerpo de Telégrafos.
En 1872 se presentó en el Centro telegráfico de Barcelona iniciando así una larga y fecunda etapa, en la por entonces única ciudad española con un desarrollo industrial considerable.
Entre 1876 y 1881 Suárez fue reclamado para proyectar y dirigir obras de infraestructura telegráfica, para mejorar la red en Cataluña después de los deterioros de la última Guerra Carlista. Destacando, por su novedad técnica, la instalación de cable colgado en los túneles del ferrocarril y la sustitución de líneas aéreas por subterráneas en la ciudad de Barcelona.
En 1880 y 1882, respectivamente, publicó “Historia universal de la telegrafía” y ”Estudio de la electricidad, del magnetismo y del electromagnetismo”, dos tomos de un nuevo “Tratado de Telegrafía”, del cual proyectaba otros tres para completarlo, pero que no se llevaron a cabo por circunstancias económicas.
En 1884 abrió un establecimiento propio llamado “La Eléctrica”, dedicado a proyectos, construcciones eléctricas y venta de aparatos, que se mantuvo abierto hasta fines de 1890.
Participo en la Exposición Universal de Barcelona, celebrada en 1888. En donde presentó un sistema telegráfico dúplex y los dos tomos de su “Tratado”, obteniendo medalla de plata.
En 1887 su preocupación por el estado del Cuerpo de Telégrafos, le llevo a proponer la celebración de la fiesta anual de los telegrafistas españoles. Idea que fue acogida con entusiasmo por muchos de ellos y autorizada por la superioridad, que estableció la fecha del 22 de abril, aniversario de la creación del Cuerpo, teniendo lugar la primera conmemoración en 1888 en Barcelona, pero no en Madrid.
En 1889-90 publicó en Barcelona su propia revista, “Anales de la Electricidad”, la cual se dedicada a todas las nuevas aplicaciones de la electricidad que aparecían, incluida la telegrafía.
En 1890 Suárez fue promovido a Director de 1ª clase de Telégrafos, lo que le obligo a cerrar “La Eléctrica”, y a fin de año la publicación de los “Anales”.
En 1893 fue destinado a dirigir la Sección de Telégrafos de Bilbao y en 1896, al ascender a Jefe de Centro, se le encargó el de San Sebastián.