La holofonía es una técnica de grabación de sonido que equivale en la grabación de audio lo que la holografía en la imagen. Para lograr la percepción del oyente respecto a la posición de la fuente de sonido, se graban las secuencias de cada oído independientemente empleando una cabeza de dummy equipada con dos micrófonos omnidireccionales situados a la altura de cada oreja. Luego ambas grabaciones se recombinan usando un algoritmo llamado Cetera. El resultado se emite por un único canal. Se supone que esta técnica imita a la forma que nuestro cerebro sigue para procesar el sonido, es decir a la escucha binaural.
No se trata de una técnica que resulte de una gran utilidad, a ciencia cierta, pero existen ideas, como la aplicación a dispositivos de mejora auditiva de personas discapacitadas, siendo estas capaces, gracias al sistema, de percibir sonidos con una gran precisón en cuanto a lo que respecta en posición y distancia, con una mayor fiabilidad que con los actuales audífonos.
Por otro lado no queda más que su aplicación al mundo del ocio, siendo posible su aplicación en videojuegos o películas para conseguir un mayor realismo, aunque siempre quedando limitado esto al uso de auriculares, ya que con altavoces no se consigue el mismo efecto, debido a que estos, al producir sonido, crean un nuevo frente de onda, hecho que no ocurre en unos auriculares debido a la proximidad con los oidos.