La pila eléctrica la descubrió Volta, 1800. Observó que existen materiales que pueden transformar su energía química interna en energía eléctrica. Eran una serie de discos de zinc y cobre, separados por cartón. La unidad de medida fijada para el voltaje fue el voltio (Volta). La pila fue una novedad y tuvo mucho éxito, porque superó las limitaciones para conocer la electricidad. La pila Daniell, 1836, un electrodo de Zinc en una disolución de sulfato de Zinc y otro de cobre en una disolución de sulfato de cobre. Su potencial era de 1,07 a 1,14 V. Su ventaja fue la constancia del voltaje. La pila Grove, 1839, como despolarizador el ácido nítrico. Su potencial es de 1,9 a 2,0 V. Utilizaba platino para el ánodo, pero lo sustituyeron por carbón; el cátodo de zinc tratado con mercurio. Destaca por su estabilidad, pero emitía humos corrosivos. La pila Leclanché, 1868, electrodos de Zinc y de carbón en disolución de cloruro amónico, rodeados por una pasta de dióxido de manganeso y polvo de carbón como despolarizante. Su tensión era de 1,5 V. Estas pilas sirvieron para elaborar la pila seca, utilizadas actualmente. Estas pilas consistían en un recipiente cilíndrico de zinc, electrodo negativo, relleno de una pasta, y en una barra de carbón, electrodo positivo. La sequedad es relativa, porque un elemento seco no suministraría electricidad, asique en el interior hay una pasta. Los dos elementos principales son los electrodos: uno sufrirá la reacción química de producir electrones (oxidación) y el otro sufrirá la contraria, absorber electrones (reducción). Estas reacciones se denominan redox. El ánodo es neutro, y tras la oxidación sus átomos perderán un electrón. Estos átomos, cationes, tienen carga positiva, asique se repelerán del resto de cationes. El material interno se irá disolviendo. En el cátodo se produce la reacción inversa. El ánodo y el cátodo deben estar sumergidos en un electrolito (líquido que tiene disuelta una sal que facilita el movimiento de los cationes). El interior consiste en un recipiente cilíndrico y metálico cuyo extremo es el positivo, se coloca un cilindro hueco de dióxido de manganeso, el papel separador y se añade el zinc en polvo mezclado con el electrolito formando una pasta. Se cierra el cilindro herméticamente con una tapa que dispone del negativo que queda sumergido en la pasta. Cuando unimos el polo positivo con el negativo, la pila comenzará a funcionar, el zinc se disolverá y se producirán electrones que son recogidos en el negativo. Circularán electrones hasta volver al lado contrario de la pila. Se dispersarán por la carcasa y llegarán al dióxido de manganeso donde se producirá la reducción. La pila funcionará hasta que el zinc se disuelva o el dióxido de manganeso se reduzca del todo. Las pilas y acumuladores están normalizados. Las más frecuentes son la serie A, A B , C , D , F , G , J y N , 3R12 , 4R25 , PP3 , PP9 y las baterías de linterna. Existen unas normas internacionales para estandarizar tamaños y voltajes utilizando aparatos eléctricos a nivel mundial.