Cada día se innova más y más con nuevos sistemas de telecomunicación, procesadores, pantallas táctiles. Todo ello se incluye en la tecnología móvil, siendo ésta cada vez más ligera, eficaz, con más capacidad de procesamiento y funcionalidades.
El inCTM es una lámina plástica, con un circuito interno capaz de dejar pasar toda la luz, haciendo que este sistema parezca transparente a nuestros ojos, e iluminándose cuando quiera mostrar la información que se desea. Al ser plástico, podrá doblarse, mojarse e incluso pisarse sin que se dañe.
“In cloud” se refiere a la nube de datos, es decir, el dispositivo no almacena nada, sino que todo está en servidores en la red, accediendo a los datos por vía Wi-fi e internet, usando toda la capacidad de éste tan solo para procesamiento.
Contiene una cámara para reconocer al usuario, y poder conectarlo a un hogar digital automatizado, además de conectarlo al coche y poder usarlo como GPS o reproductor de música, e incluso tener la opción de unir varios en una misma superficie y usarlos como un único sistema, funcionando juntos, tanto los circuitos como la pantalla.
¡PERFECTO! Mañana tengo un examen y mis apuntes los tiene Jake.
Me desperté con un gran estruendo. Cojo el móvil para despertar a Jake para que me devuelva mis apuntes o me los mande por mail, pero mi móvil se ha vuelto loco, no hace más que apagarse y encenderse. Definitivamente, necesito uno nuevo.
Bajo al salón y me tiro a coger el teléfono, pero este emite un sonido que se te clava en los oídos y no te deja llamar.
Qué extraño… Parece que no soy la única que esta despierta en la ciudad. Todas las ventanas de la calle emiten luz hacia fuera reflejando mucho movimiento dentro.
- Qué alegría! Después de diez años en coma, Pablo por fin ha despertado de su estado crítico, me alegro mucho Paloma.
- Muchas gracias Olga… ya era hora de volver a ser una familia normal.
Pablo, un chico de ahora veintiséis años, tuvo un accidente de moto en el 2011, y estuvo a las puertas de la muerte. Suerte que es un chico fuerte y luchador y se salvó de caer en el sueño más profundo de todos: el final del camino de todo hombre.
- Bueno Pablo, y hoy diez de marzo del año 2021, ¿qué piensas hacer con tu vida?
- ¿Yo? Disfrutar lo que no he podido durante mi enfermedad. ¡Hay que ser optimista a pesar de todo! Y quién sabe, a lo mejor hasta siento la cabeza y me enamoro de una chica…
- Uy, pues en estos tiempos lo tienes difícil hijo… El único romanticismo que puedes encontrar está en internet.
- Tranquila mamá, que siguiendo vivo yo, el romanticismo va a volver a las ciudades, a los pueblos, a las calles y sobre todo, a las personas.
Días después, tras darle el alta al chico, cogió su agenda telefónica y llamó a sus antiguos amigos para celebrar una fiesta en su honor. Pablo pensó en lo cambiado que estarían todos, y en que incluso habrá alguno que rehiciera su vida en separado, pero tenía la certeza de que los verdaderos amigos que siempre han estado ahí irán para recuperar el tiempo perdido; y no mintió. De los veinte que eran en su grupo, solo ocho estuvieron a su lado, los que merecían la pena.
Ya en la fiesta, y tras en reencuentro lleno de abrazos, besos, y algún que otro llanto, Pablo empezó a buscar chicas para hacer que el amor en su puro significado volviera a estar presente, tal y como se lo dijo a su madre.
- Hola guapa, ¿te apetece bailar un rato?
- Lo siento… es que tengo ciber-novio, y le quiero mucho.
- ¡Pero cómo puedes querer a alguien a través de una pantalla! ¿Y si después resulta que es un violador que se hace pasar por un chico normal?
- ¡Eres muy anticuado tío!
Definitivamente, las cosas han cambiado mucho desde que Pablo tuvo el accidente. No se imaginaba volver a nacer para encontrarse con esto. Todas las chicas a las que las intentaba dar conversación, o no le hacían caso porque era muy ñoño, muy empalagoso o demasiado tonto como para no tener tuenti. Hasta que la vio al fondo de la barra. No sabía si era pura intuición o ese olor tan familiar el que le impulsó a caminar hacia ella.
- ¿Qué hace una chica como tú tan sola?
- Ya estamos, ¡otro plasta! ¡Que no tengo tuenti, ni facebook ni nada por el estilo, que no me gusta tener a hombres como tú en contacto!
- ¡Una chica con carácter! Me encanta… Además, creo que nos vamos a llevar muy bien tú y yo, porque a mí me gusta más expresar todo el amor en un beso que en un simple “tequiero” escrito en un comentario.
- Lo siento, esque estoy harta de que en estos tiempo solo importe cuánto quieres a una persona por las redes sociales… Me llamo Clara, ¿y tú?
- Yo Pablo, encantado.
Y el silencio se hizo entre ellos dos. No sabían qué decirse, solo querían permanecer así horas, mirándose a los ojos, sintiéndose almas gemelas.
- Bueno Pablo… tengo que irme. Si quieres algo, vivo en la calle Salvador, justo al lado de la plaza. Siento no tener móvil, es que me gusta ser libre y que no me controlen.
- Lo tendré en cuenta Clara, hasta más ver.
Pablo lo tenía claro en cuanto Clara la dio su dirección: al día siguiente iba a demostrar a todo el mundo que el amor se expresa mediante palabras que salen de la boca, y llegan hasta el corazón de la otra persona.
Eran las nueve de la mañana del día siguiente, y Pablo se presentó en el balcón de la casa de Clara con un megáfono, y suponiendo que Clara era una romanticona, empezó a recitar las palabras de una conocida película:
- ¡Buenos días princesa! He soñado toda la noche contigo… Íbamos al cine, y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Sólo pienso en tí princesa, pienso siempre en tí.
Clara despertó al oír gritar a un loco por la ventana, y pensó en arrojarle un cubo lleno de agua fría. Pero en cuanto le vio, su corazón se descolocó por completo. Guiada por su instinto, bajó corriendo las escaleras y se fundieron en un beso apasionado.
- Pablo, tienes una mancha en el cuello, déjame quitártela..
- Es una mancha sí, pero de nacimiento, y además identifica cómo soy: tiene forma de corazón.
Entonces, Clara comprendió que no era su instinto lo que la llevaba a bajar las escaleras. Y Pablo también recordó de qué venía ese olor tan familiar…
- ¡Hola! ¿Cómo te llamas?
- Yo Clara y tengo seis añitos, ¿y tú?
- Yo me llamo Pablo, y también tengo seis años.
- ¡Eres un guarro! Tienes una mancha en el cuello.
- Mi mamá me ha dicho que es una mancha de nacimiento, y que como soy muy cariñoso, me ha salido en forma de corazón.
- Eres muy guapo… ¡ojalá de mayores nos volvamos a encontrar!
- Por si acaso, si no te vuelvo a ver… tengo que decirte que eres muy guapa.
- ¿Quieres ser mi novio?
- ¡Sí!
Y ahí te das cuenta, de que todo empezó mucho antes, de que no son intuiciones, son recuerdos que vuelven a aflorar, y que donde estén unas palabras bonitas, ¡que se quiten las mentiras de internet!
Mario un chico de 14 años, que vive en Vicálvaro, disfruta de sus vacaciones de verano con sus amigos relajado y alegre.Un día, al levantarse vió a su madre muy preocupada y la preguntó que le ocurría. La madre atónita le contó que el microondas se había estropeado y justo ayer acabó el período de garantía del electrodoméstico y su arreglo costaba demasiado dinero del que podrían disponer en ese momento. Mario decidido se puso a arreglarlo y justo cuando estaba sumiso en el trajín de cables leyó: “Por favor, no conecte el cable multicolor a este conector” Mario pensó que eso era el causante del mal funcionamiento del microondas, y conectó el cable. En ese momento Mario sufrió un calambre y cayó desplomado al suelo. Cuando se despertó se encontraba en una calle de una ciudad inhóspita para él, todo estaba automatizado, los coches no utilizaban gasolina si no que usaban los restos de basura de los contenedores, los robots limpiaban las casas de sus amos y hacían los deberes a los niños, pero, por contrapartida, las personas se morían del aburrimiento porque como todo estaba automatizado no había trabajo ni en el interior ni en el exterior del hogar. Mario explorando la ciudad conoció a Marta una chica que no sabía en que entretenerse todos los días y estaba intentando acabar con todos los robots de la ciudad para intentar volver a vivir como antes (yendo al colegio, trabajando en cada puesto de trabajo…etc) Mario pensó que para acabar con los robots debían de arrojarles agua para provocarles un cortocircuito en su interior. Pero eran demasiados robots ¿Cómo iban a mojar a todos? María indicó a Mario que en 500 metros había una presa de agua pero estaba vigilada por robots, Mario decidió untarse el cuerpo en aceite para atraer a los robots mientras que María abría el conducto del agua para provocar una oleada de agua por toda la ciudad y destruir a los robots.
Y así lo hicieron y justo cuando los robots estaban sufriendo cortocircuitos Mario se despertó en un hospital al lado de su madre muy preocupada por su salud, pero…
¿Todo fue un sueño? ¿Fue un aviso de lo que ocurriría en el futuro? Ni siquiera Mario sabe responder a estas preguntas.
Corría el año 2124 D.C. La humanidad había acabado por refugiarse en sus hogares, perdiendo totalmente el contacto físico con el resto de sus congéneres. Podría decirse que nosotros éramos la red. Todo el mundo estaba conectado a diversas máquinas para poder sobrevivir sin necesidad de desplazarse de un lugar a otro. El ser humano se relacionaba por la red, se enamoraba por la red, discutía, elegía, se reía y lloraba por la red. El ser humano no necesitaba saber, ya que todo el conocimiento humano era parte de él.
Los robots eran los encargados de realizar todo tipo de tareas físicas, así como los encargados del mantenimiento de la red, del manteniendo de las células de habitabilidad (apenas 3 metros cuadrado repletos de maquinas donde se alojaba un organismo con vaga apariencia humana), incluso de la procreación.
La esperanza de vida había aumentado considerablemente, aun así la gente seguía muriendo, nuevos cuerpos habitaban las antiguas células de habitabilidad, todo continuaba en la rueda del tiempo.
Sin embargo la humanidad nunca está conforme, voces de cambio surgieron de numerosos lugares del enorme ciberespacio. La gente quería volver a ver el sol, volver a besar, en definitiva la gente quería volver a depender de si misma.
Surgieron entonces generaciones que nacieron de manera tradicional, generaciones que iban a vivir de la manera tradicional pero sin la presencia real de alguien que hubiese recorrido el camino de una vida no ficticia, estas generaciones tenían la ayuda de los robots y del conocimiento almacenado en el ciberespacio para salir adelante.
Las nuevas generaciones se enfrentaban a un gran problema, no sabían como interpretar correctamente los sentimientos presentes en sus congéneres, no sabían como identificar si alguien reía o lloraba, básicamente nadie les había enseñado a interpretar los rasgos faciales, las expresiones corporales.
La solución sin embargo estaba al alcance de la mano, simplemente bastaba con desarrollar un programa que identificase expresiones faciales. Una sonrisa, claramente debía de se felicidad. Cejas levantadas, asombro. Ojos en blanco, mente ocupada. Si el pulso se aceleraba, se comenzaba a temblar, la mente se turbaba, esto sin duda debía de ser una enfermedad (o simplemente el amor).
La primera generación dedico su larga vida a la interpretación de sentimientos mediante el lenguaje corporal. Pero como todo en la vida, una solución puede acarrear nuevas cuestiones. Los robots no tenían cara, eran solo brazos robóticos y cables y terminales de datos.
Entonces aparecieron los robots con aspecto humano, y ya que estábamos en una época donde lo más asombrosa era ver una risa, o un llanto, ¿Por qué no implantar este programa en los robots humanoides para que ellos supiesen actuar según nuestros rasgos faciales y nuestra nueva y desarrollada expresión corporal?
Pero este desarrollo de creatividad expresiva sin parangón fue acorde a la necesidad de establecer una serie de normas con sentido, había gente que disfrutaba viendo como lagrimas salinas caían lentamente por las mejillas. Había gente que disfrutaba incluso de maneras tan rudimentarias que me cuesta expresarlas con palabras.
Se creo un cuerpo de seguridad creado por máquinas, por robots, acorde a una serie de leyes hábilmente localizadas entre la maraña de datos que constituían el ciberespacio (aun formado por bastante gente para poder mantener el continuo flujo de información).
En los albores de esta nueva época de prosperidad, la humanidad estaba continuamente atareada, la nueva mentalidad aun seguía subyugada a antiguas normas sobre los hábitos de comportamiento, la vida estaba estratificada en 8 horas trabajando, 8 horas de sueño. El ser humano podía seguir nutriéndose mientras dormía. Es obvio que el trabajo realizado por seres humanos que no necesitan descanso provocada un avance constante a un ritmo conocido antiguamente como “trabajar a la alemana”.
El ser humano tenía rasgos mecánicos en su comportamiento que aun no lo hacían libre del todo, su vida aun seguía ligada a una imperiosa necesidad del uso de la técnica. La estructura horaria incorporó 8 horas de ocio, considerando que había gente que disfrutaba comiendo, pues se decidió que en estas 8 horas la gente debía de comer.
Incluso había gente que no quería procrear artificialmente, había gente que prefería el vil intercambio de materia orgánica, menos mal que el problema de las enfermedades ya estaba correctamente soliviantado.
Llegado a este punto de mi narración de la decadencia, de la vuelta a los origines, las personas que encuentren este fragmento de mi memoria por la red, se preguntara porque decidí ponerle un titulo tan anómalo a mi documento.
Ni yo mismo lo sé la verdad, creo que podría tener que ver con un rumor que circula por la red, puede que también tenga que ver con mi pasión por la historia, concretamente mi pasión por las historias de los fracasos de la humanidad. Principalmente cuando el ser humano intentaba colonizar otros astros.
Realmente los usuarios de la red que accedan a mi crónica la encontraran algo desmadejada, pero como el tiempo no importa, pues al menos esto les puede suponer un breve reto (breve comparado con la longevidad actual existente).
De nuevo me remito al título pero esta vez para explicarlo. Como viene siendo habitual cuando el ocio empieza a aparecer en la vida del ser humano (ahora mismo toda nuestra existente se basa en el ocio, no tenemos otra cosa que hacer), pero en aquel retorno a los origines, en aquel fútil “back to basics”, el tiempo se ocio empezó a devorar de nuevo el tiempo de descanso, ya que el tiempo de trabajo era en un principio sagrado (en otro pensamiento, intentaré divagar sobre esta palabra que tanto usamos, pero que antaño tenía un significado metafóricamente superior).
La gente empezó a tener sueño, y cierto día un pobre ser humano, aclamado por algunos, denostado por otros, conocido por todos, bostezo delante de un robot de seguridad arcaico.
Podríamos mencionar que este robot arcaico interpreto el bostezo como un acto de demostración de furia incontrolada, esa boca abierta, enseñando sus molares, incisivos y hasta sus premolares, era realmente amenazadora desde el punto de vista cibernético. Era un acto de declaración de guerra -“tora tora tora”- como dirían los genios encargados de llevar la tecnología robótica a puntos insospechados.
Los robots que estaban en continua comunicación directa en tiempo real pensaron que tal vez la idea de que el ser humano estuviese campando a sus anchas por el planeta había dejado de ser divertida. Lo sucedido a continuación es tan obvio y tan sabido (incluso predicho según algunos pensadores por los hermanos mesiánicos Wachowski) que me da pereza gastar algo de mi eterno tiempo en explicarlo.
Pero lo que si es cierto es que realmente esta situación es beneficiaria para todos, ellos trabajan, nosotros gastamos nuestro tan manido tiempo en actividades que realmente merecen la pena. Ya lo decían en la antigüedad “carpe diem”.
Una niña aficionada a los ordenadores creó una aplicación informática nueva que servía para ayudarle a estudiar los exámenes. Consistía en introducir el título de la materia a estudiar y el programa le sintetizaba las ideas principales y le hacía una lista de las preguntas más probables que podían ponerle en el examen. Lo utilizaba con mucha frecuencia y le iba muy bien, sacaba muy buenas notas.
Un día en su casa se fue la luz, por una avería, durante 48 horas. La niña necesitaba estudiar pero no recordaba como lo hacía antes. Dependía del ordenador y no podía usarlo: seguro que iba a suspender. Entonces se preocupó mucho. Sus padres le habían prometido un I-Phon si sacaba buenas notas, “¿Qué iba a hacer?”. Desesperada se va a su cuarto y mira sus peluches. Entonces los coloca como si fueran sus alumnos, ordenados, y ella la profesora, enfrente de ellos. Coge su libro e intenta imaginar que hace que les explica el tema, imagina que los peluches le hacen preguntas: ¿para qué sirve…? , ¿cómo funciona…? , ¿qué pasaría si…? La niña se mete tanto en el papel y le pone tanto empeño en explicar y atender a sus imaginarios alumnos que, al pasar una o dos horas y dejar de jugar, al repasar el contenido de su examen, descubre que se lo había aprendido bastante bien. Se le habían quedado todos los apartados del tema, todas las preguntas, todo. Después de cenar vuelve a su cuarto se lo vuelve a leer y se acuesta con la mente tranquila y satisfecha por haberse aprendido todo sin tener que utilizar el programa que creó para estudiar con el ordenador. Al día siguiente se levanta, desayuna, se viste y se va al colegio deseosa de que llegue la hora del examen.
Por fin, vuelven del recreo y entra en su clase. Se sienta y les reparten el examen. Empieza a leerlo y poco a poco se va dando cuenta de que puede responder a todas las preguntas, se las sabe todas. Por lo tanto empieza a escribir. Acaba el tiempo de hacer el examen y la profesora empieza a recoger los exámenes de cada uno de los alumnos. Esta lo entrega completo, habiendo respondido a todo. Más tarde, suena el timbre y se dirige hasta su casa. Al llegar se encuentra con sus padres que le preguntan cómo le ha salido el examen. Esta, con una sonrisa en la cara, les responde que le ha salido espléndido y que ya tiene ganas de que le den la nota del examen.
Dos días más tarde, en la hora de la asignatura del examen pasado, anuncia la profesora que ya ha corregido todas las notas, y que todas son bastante buenas, sobre toda una en particular que ha sido fantástica. Va diciendo nota por nota a cada alumno y entregando los exámenes para que los revisen y vean los errores que han cometido. Llega al nombre de la niña y esta espera impaciente que diga su nota. La profesora muy contenta la dice: “Señorita López, usted ha sacado un 9,8, es la nota más alta de la clase y también la suya propia en todo el curso, estoy muy orgullosa de usted por su gran trabajo elaborado y su esfuerzo durante todo el curso, enhorabuena”. La niña orgullosa de sí misma recoge su examen y toda la clase empieza a aplaudirla. Empieza a mirar su examen sintiéndose cada vez mejor y buscando el error que ha debido de cometer para que la hayan bajado 0,2 de la nota. Solo ve un pequeño error, se ha confundido en una palabra y ha cometido una falta sin apenas importancia, por lo demás está todo perfecto.
Al terminar las clases vuelve a su casa y les dice a sus padres la espectacular nota que ha sacado en el examen. Sus padres orgullosos la abrazan y le dan su enhorabuena. Ese era el último examen de ese curso y quería sacarlo con muy buena nota. Lo consiguió.
Una semana más tarde daban las notas y va con sus padres a recogerlas. Llegan a su respectiva clase y su tutora les entrega las notas a los padres. Pero estos deciden que prefieren que las vea primero su hija. Esta las coge y cada vez sonríe más y más. Sus padres al ver la cara de la cara de la niña cogen las notas y empiezan a examinarlas, estos reaccionan igual que la hija y la abrazan con todas sus fuerzas. La profesora al verlos solo se le ocurre sonreír y decirles: “Enhorabuena, tienen una hija fantástica”. Había sacado siete sobresalientes, tres notables y un bien alto.
Sus padres, nada más salir del colegio, deciden ir a un centro comercial para regalar a su hija lo prometido. Se dirigen hacia allí y cuando llegan le preguntan a la niña el color que prefiere para el I-Phon, ésta responde, van a la caja y lo compran. La niña orgullosa lo abre en cuanto llegan a casa, sonríe y le da a sus padres las gracias por haberla apoyado y haber cumplido su promesa.
Año 3024. 12 de julio. La especie humana comenzaba a desaparecer, aunque algunos de sus vástagos todavía habitaban aquí. Eran rudos y nos utilizaban con fiereza; pues se habían dado cuenta de que les quedaba poco tiempo y querían prolongar su vida a toda costa. Nosotros, los metales, ya estábamos hartos y yo, su líder, había tomado una decisión: debíamos sublevarnos contra los que nos arrancaban de nuestro hogar y nos utilizaban para crear máquinas que al fin y al cabo nos perjudicaban a todos. ¡Son tan frágiles! Nosotros vivimos miles de años y ellos, a su siglo de vida, ya no tienen energía para nada o incluso antes, porque algunas de las máquinas que construyen les resultan perjudiciales y no se dan cuenta.
He mencionado antes que los humanos son frágiles pero también son brillantes. Han descubierto cosas increíbles a base de paciencia y estudio y también han sufrido por todas las catástrofes del mundo. En consecuencia, podrían utilizar su inteligencia para salvarnos, a todos, a nosotros, a la Tierra, a ellos mismos.
Esa misma noche aún nada estaba decidido; sólo sabíamos que teníamos que estar unidos para derrotar a un enemigo común: el humano. No derrotarle, sino devolverle a sus orígenes, donde eran mucho más apacibles. Y, tras mucho pensar, tuve una idea genial: los humanos volverían de verdad a sus orígenes. Bastaba con que todo lo que hubiesen creado hasta entonces desapareciera de repente. Y así se decidió. La noche del 30 de julio, todos escapamos de nuestras prisiones y volvimos a nuestro hogar: la corteza, pero dejamos atrás a dos espías para observar el cambio ocurrido en los humanos. Cuando el sol salió a la mañana siguiente todo parecía ir bien, pero cuando los espías vieron a los humanos desorientados, supimos que habíamos triunfado. El principal problema de los humanos era que no tenían electricidad, con todo lo que eso conlleva; no podían comunicarse entre ellos, el caos lo gobernaba todo. Empezaron a quedarse sin comida y a enfermar, eran tan dependientes que ni siquiera recordaban como encender un fuego. Así fue como nos dimos cuenta de que, a lo mejor, nuestra decisión no era la más acertada.
Los humanos se estaban matando y nosotros no sabíamos qué hacer; en cierto modo nos sentíamos culpables. Era tan extraño… un día ellos vivían felices gracias a nuestro trabajo y a los dos días se estaban matando por conseguir la comida. Y así comenzó la matanza de los hombres: volvieron a sus orígenes y los pocos que quedaban se agruparon en tribus para poder sobrevivir. Tuvieron que volver a vivir su historia: pintar en cuevas, cazar para sobrevivir… Ellos no se daban cuenta pero yo comencé a ver un rayo de esperanza, pues ya no se utilizaba nada que contaminara. El planeta tenía una última oportunidad de salvarse y con él, todos nosotros. Los humanos comenzaron a poblar otra vez la Tierra y sufrieron un proceso de reconversión que, al fin y al cabo, nos salvó. Ellos lo recordaban todo pero tuvieron que volver a descubrir y a inventar todas las cosas que ya habían construido; volvieron a alcanzar su esplendor como especie. Eso fue lo que nos salvó, pues como especie habían madurado y habían aprendido de sus errores. Descubrieron una oportunidad de salvarse y se aferraron a ella como un naufrago a una tabla en medio del océano. Y la estudiaron con paciencia, como habían llevado a cabo todos sus grandes logros en la historia.
Utilizaron motores a base de las ganas de viajar de los viajeros a todos sus transportes, con lo que se redujo la contaminación. Aprendieron a canalizar la energía de los rayos, para no tener que utilizar la energía nuclear, que contaminaba todo a su alrededor. Reutilizaban el agua, pues escaseaba y era necesitada por todos. Repudiaron los aerosoles, pues eran perjudiciales para la capa de ozono. La regla de las tres erres quedó patente hasta en la más pequeña población del más pequeño país y todos la llevaban a cabo. Respecto a nosotros, decidimos volver y observamos cómo había cambiado todo: se respiraba mejor, no había contaminación y se había reducido el efecto invernadero. Nos utilizaron de nuevo, pero con cariño y con paciencia, porque nuestra huida les había abierto los ojos. Y así, gracias a las consecuencias de nuestra desaparición y a la inteligente actuación de los humanos, el planeta se salvó y yo me sigo preguntando que tienen los humanos, que son capaces de destruir un mundo y luego hacerlo resurgir de sus cenizas.
Soraya se despertó en una habitación blanca con una tele en la pared y únicamente una mesa blanca . En ese instante apareció una mujer por la puerta ; alta , morena , joven , se acercó a Soraya con delicadeza , la acarició y se preocupo por su estado de salud. Soraya se preguntaba quien era esa mujer y que hacia allí . De repente la mujer , que había permanecido todo el rato en silencio , comenzó a hablar :
-Soraya ... ¿no sabes quién soy , verdad?
-No, ¿qué me ha pasado? ¿qué hago aquí?
-Soraya , ibas en la moto con Daniel ... un coche en dirección contraria chocó y …
-¿Quién es Daniel? ¿Qué ha pasado con él? ¿Por qué no recuerdo nada?¿Quién eres tú?
-Daniel era tu novio , el murió en el acto , tú te salvaste por los pelos has estado un mes en coma ,no recuerdas nada por el accidente , tienes amnesia y yo soy .. tu madre.
La mujer no puedo contener las légrimas y salio de la sala llorando.
Dos meses después le dieron el alta, Soraya comenzaba a tener recuerdos sobre su pasado , sobre Daniel .
Pasaba el tiempo y Soraya ya eran pocas las cosas que no recordaba , tenia muy presente a Daniel y ahora después de meses y meses es cuando se da cuenta de la pérdida que ha sufrido.
No podría soportar por mucho tiempo más no estar junto a Daniel , una tarde cogió su mochila y las llaves que introdujo en ésta y se fue , cerrando la puerta con un portazo. Entró en la biblioteca en silencio y se perdió en uno de los pasillos . Al rato se sentó en una mesa con una montaña de libros . Leía, leía y leía ; una vez que se leyó todos los libros que había llevado a la mesa, los coloco y se fue . Ya había anochecido , había pasado la tarde leyendo en la biblioteca . Pero cuando llego a casa ni cenó , se fue directa a su habitación y empezó a buscar piezas en la caja de herramientas de su padre , una vez que examinó la caja de arriba a bajo , colocó las cosas , las guardó en su sitio y se acostó.
A la mañana siguiente se levantó temprano , fue a una ferretería y a una tienda de últimas tecnologías , guardo sus compras en la mochila y se fue corriendo a casa.
De nuevo subió las escaleras a toda velocidad y se encerró en su habitación . Tiró todas las cosas de su mesa al suelo y vació las compras sobre su cama. Encendió la luz se sentó en la silla y empezó a unir piezas , soldando , atornillando , programando chips, consultado algún libro y bebiendo de vez en cuando un trago de café entre soldado y soldado para no dormirse. La noche acabó y llego el nuevo día Soraya seguía trabajando , su madre preocupada por su comportamiento preguntaba y preguntaba , pero no obtenía respuesta por parte de su hija.
Después de dos noches sin dormir al fin lo consiguiendo había construido una maquina .Era muy simple dos botones y una ruleta.
Soraya presionó el primer botón , giró la ruleta en sentido contrario de las agujas del reloj y presionó el segundo botón. De repente en su habitación se empezó a formar una especie de tornado y en el centro de éste se encontraba Soraya. Había creado una maquina del tiempo.
Soraya retrocedió en el tiempo justo antes de motnarse en la moto en la que todo el mundo de Soraya se derrumbó .
Soraya convenció a Daniel para no montar en la moto e ir a dar un paseo. Esa noche en el telediario salió un choque entre un coche y una moto en el que el coche iba en dirección contraria y que todos los implicados en el accidente habían muerto en el acto. Soraya al ver la noticia apenada sonrió y se alegro de que todo volviera a ser como era y poder vivir la vida que el destino le quería arrebatar además ahora tenía una máquina del tiempo .
Una tarde lluviosa paseaba Jacobo a las afueras de la ciudad pensando en sus problemas, había tenido una pequeña discusión con su mujer, una tontería, su mujer quería invitar a cenar a unos amigos, a Jacob como no le apetecía le dijo que no había contado con él. El caso es que Esperanza se quedó preparando la cena y Jacobo fue a desfogarse, pues él decía: los hombres nunca sabemos lo que piensa una mujer.
Iba caminando bajo la lluvia, cuando una ráfaga de aire le voló el paraguas, salió corriendo detrás, cuando vio que una luz muy potente iluminaba todo. Tardó unos segundos en comprobar lo que realmente era, un meteorito que se acercaba rápidamente hacia donde estaba. Se estaba acercando tan deprisa, que en pocos segundos estaba allí. Se iba desintegrando, según se acercaba y lo poco que quedaba chocó contra el suelo a pocos metros de Jacobo con tan mala suerte que un pedazo muy pequeño saltó a su frente, le quemaba, decidió ir a casa a contárselo a Esperanza y que le curara la herida.
Cuando llegaron sus amigos se lo tuvieron que decir, pues la herida se veía, muy fea.
En esa cena fue cuando Jacobo se dio cuenta de lo que le estaba ocurriendo, podía oír lo que estaban pensando. Ezequiel estaba muy preocupado, y solo pensaba en como podía ayudarle, su mujer Soledad era mas superficial, muy buena mujer, pero pensaba en la cicatriz que le iba a quedar de por vida en medio de la frente. A su mujer, se le venían muchos pensamientos a la cabeza,¿le dolerá la cabeza?,¿tendrá dentro de unas horas perdida de memoria?, cuándo nos pregunten ¿que diremos? La verdad es que estaba muy nerviosa. Esa noche se tomó una aspirina y se fue a dormir.
A la mañana siguiente se levantó y se fue directamente al espejo pensando que todo había sido un sueño pero el espejo le trajo a la realidad.
Decidió salir a tomarse el café en un bar, con el aire fresco se espabilaría y pensaría con claridad.
Ya en el bar, pudo comprobar como seguía oyendo los pensamientos del camarero, y de todos los clientes pero cual fue su sorpresa que llegaron tres japoneses no entendía el japonés, pero sus pensamientos si, así se entero de que iban a invertir en un proyecto científico.
Jacobo se quedo muy extrañado con lo que había comprobado, salio y compró un periódico, empezó a leer a toda velocidad, sin darse cuenta la publicación se la había leído en menos de diez minutos todo sin dejarse ni el horóscopo.
No mencionaban nada del “meteorito”, cuando llego a casa Esperanza preguntó:
-¿Qué tal estas?
Y su marido le contesto muy indignado:
-No se han enterado, no lo han publicado.
Se puso la radio, había un debate abierto sobre fenómenos de la naturaleza y del mas allá. Algunos científicos decían que los fenómenos eran culpa nuestra, otro decía que no, el locutor invitaba a los oyentes a llamar y preguntar sus dudas o dar su opinión. El caso es que Jacobo llamó, y le pasaron a antena, preguntó que porque había chocado un “meteorito” a las afueras de Madrid y nadie había dicho nada.
El locutor se quedó perplejo pues no sabía nada, los científicos parecían extrañados y le preguntaron como se había enterado, él dijo que lo había visto caer. El locutor cerró el micrófono y le dijo que fuera a la radio, o mejor aun, que le diera su dirección y un coche le pasaría a buscar. Jacobo accedió, ya que quería hablar con los científicos de su problema, pero no sabía como enfocarlo, lo mismo le tomaban por loco.
Su mujer le acompañó a la radio, quería darle a su marido todo su apoyo.
Ya en los estudios, y antes de salir en antena, los científicos le acosaron con un montón de preguntas, también había ido un astrónomo, pero lo que Jacobo quería saber es que iba a ser de su vida, si esto que le pasaba solo era un efecto pasajero y en unos días se le pasaría. Hablaron todos pero ninguno tenía respuestas, claro que eran un poco escépticos para con la historia de Jacobo, así pues se lo tuvo que demostrar uno a uno, diciéndoles lo que pensaban en ese momento. Se habían quedado anonadados el primero el locutor.
Ya en casa se echó un poco. Habría pasado una hora cuando le despertó el timbre, Esperanza abrió la puerta, Jacobo se levantó para preguntar quien era, eran dos hombres muy trajeados que venían de la NASA, Esperanza preparó un café y se sentaron para decirle que se lo querían llevar y estudiar con él. Como la fuerza de esa pequeña piedra le había dado tanto poder.
Lo primero en que Jacobo pensó es en su trabajo, lo tendría que dejar y el de su mujer, pues ella iba donde fuera él. Pero lo peor de todo que se iba a sentir como una rata de laboratorio.
Los dos hombres le dijeron que no tuviera ningún problema en dejar los trabajos con lo que iba a recibir de la NASA podían vivir toda la vida sin trabajar. Accedieron a ir.
Allí les trataron muy bien, y no les faltaba de nada, y después de muchas pruebas, un día le comunicaron que querían que viajara al espacio, pues iban a ir a Marte y si encontraban algún “marciano” tal vez podían comunicarse por la mente. Jacobo dijo que sí pero con una condición, que fuera en la nave con Pedro Duque, el único astronauta español. Por supuesto no se podían negar, le prepararon a conciencia y un día partió la nave, no paso nada pues no vieron ningún ser para preguntarle alguna cosa. Pero Jacobo sigue preparándose, por si acaso, y se acuerda del día que dijo que los hombres nunca saben lo que piensan las mujeres.
Raúl está en el laboratorio trabajando y se encuentra con una carta,se dispone a leerla ya que se da cuenta de que es su letra, no sabe cómo ha aparecido allí, ya que hay una fuerte vigilancia:
“Estamos en el año 2045, la tecnología ha avanzado en los últimos años y la comunicación está en un punto que no se había esperado nunca. Nadie había imaginado que los avances fueran tan grandes y que el ser humano cada vez se pareciera menos a lo que es en realidad.
Mi nombre es Raúl. Estoy escondido e intentando sobrevivir, pero con mi familia, mi mujer y mis hijos y dispuesto a luchar. En un intento esperanzado de que esto no vuelva a pasar, escribo esta carta para que llegue a la gente del pasado y del futuro y no cometamos otra vez este error, y si es posible no lo cometamos nunca. Si mi experimento no falla recibiré esta carta yo mismo en el pasado y lograré evitar nuestro desastroso destino.
Formo parte de un equipo de investigación que trabaja por conseguir avances y mejoras tecnológicas. Las empresas son rivales y competidoras, e intentan descubrir antes que las demás la nueva tecnología punta. Nunca fui un gran estudiante, pero empecé a sobresalir en el campo de la física y al final aquí estoy de Científico, a líder de la lucha contra Mento2.
Hace unos años creamos una máquina nueva” Mento2” permite estar en la mente de la gente y saber lo que hacen. En un principio era muy difícil comercializarlo, pero al final se empezó a vender, y en medio año todo el mundo podía comunicarse de esta forma. Yo mismo he estado con mis hijos en sus últimos partidos de fútbol, en su cumpleaños pero sin necesidad de salir del Laboratorio.
Esto empezó siendo algo bueno o al menos así quisimos verlo, permitía que la gente estuviera más cerca, pero pronto fue un horror, la gente se volvía loca, se sentía vigilada, todos éramos telepatas . Los países desconfiaban entre ellos y en más de una ocasión un pensamiento hizo que algún País estuviera a punto de tirar sus bombas para defenderse.
No podíamos continuar así, por eso un grupo de rebeldes liderados por mí, nos propusimos destruir Mento2 y la tecnología que permite la comunicación actual, había mucho en juego y nadie quería acabar con esto aunque fuéramos a la destrucción.
Teníamos mucho miedo, no sabíamos que iba a pasar, si la gente se adaptaría a la nueva situación. Hacía tanto tiempo que la gente había dejado de hablar entre ellos que tendríamos que volver a empezar.
Destruir Mento2 era complicado, esa maldita máquina sabía lo que pensábamos y nos detendría, por eso tuvimos que actuar de forma que no pudiera vernos, ni oírnos, ni sentirnos.
Conseguimos desconectarla y todo el Mundo entró en una gran confusión, pero en seguida la gente salió a la calle, y al darse cuenta de que no podían comunicarse como antes, comenzaron a hablar, la gente volvía a poder actuar como siempre, pero los grandes Países habían perdido su control sobre la gente y no sabían qué hacer.
Después de unos días de una gran crisis mundial, los diferentes países volvieron a la normalidad y la gente vuelve a verse las caras, a tocarse y a comunicarse como antes.
En las noticias se comenta que es mejor así, que todo ha sido un error, que el mundo tiene que evolucionar pero con control e intentando mantener la esencia del ser humano.
Yo mando esta carta para que no vuelvan a cometer nuestros errores, para que no perdamos nuestra esencia por la tecnología y con la esperanza de que pueda evitarse el inicio de todo.
Cuando ya creíamos que estaba todo bien, Mento2 empezó a entrar en la mente de la gente, estaba desconectada pero sin embargo seguía funcionando. Su fuerza era menor, pero se había propuesto terminar con el ser humano.
Aquí estoy escondido, por la noches es cuando más fácil le resulta navegar por nuestras mentes, y la gente nos refugiamos en nuestras casas para estar a salvo. Por el día nos unimos y seguimos nuestra lucha, intentando buscar una solución para que la máquina no nos controle. Sé que no lo conseguirá los hombres somos fuertes y venceremos.
Las últimas noticias que tenemos es que nos queda poco tiempo y la carta es mi última esperanza. La máquina ha podido entrar en la mente de un grupo de personas y están atacando a las casas, destruyéndolas, cogiendo a la gente y Mento 2 los deja sin voluntad, la máquina es la que manda sobre ellos.
AYUDA
Raúl, entre lágrimas se da cuenta del error que va a cometer, ese mismo día, 24 de enero del 2040, Mento2 será enchufado.
Decide correr y evitar que esto ocurra, pero no es fácil, la gente no le cree y hay mucho en juego.
Tiene que pedir ayuda a un grupo de personas que están en contra de esta tecnología desde el principio y al final consiguen después de mucho esfuerzo que Mento2 no llegue nunca a funcionar.
Corre por el laboratorio y llega a donde está la máquina, tiene poco tiempo para destruir todo lo necesario para que funcione, pero con la ayuda de varias personas finalmente lo consigue.
Mento 2 no llegará a funcionar al menos de momento, Raúl lo ha destruido, su futuroen el 2045 está a salvo, sin Mento 2 no está en peligro, aunque no sabemos qué pasará más adelante. Lo que está claro es que el mundo no necesita tantos experimentos para vivir bien.