Los auriculares son un tipo de transductor (dispositivo capaz de transformar o convertir un determinado tipo de energía de entrada, en otra de diferente a la salida). Reciben señales eléctricas desde un dispositivo al que van conectados y utilizan pequeños altavoces para transformarlas en ondas sonoras que podemos oír.
Su entrada en el mercado se produjo a finales de los años 30, cuando se comenzaron a necesitar para captar las pequeñas señales eléctricas que emitían los primeros teléfonos y radios de la época. La empresa alemana Beyerdynamic fué pionera en esta introducción, considerándose como la primera en vender auriculares al público general.
Actualmente se utilizan principalmente para escuchar música, o cualquier tipo de sonido, en sitios públicos de forma individual. Esto se consigue gracias a su colocación directa en el pabellón auditivo de la persona y a que son fácilmente desmontables, utilizando normalmente enchufes de plug o miniplug. Los productos más típicos a los que son conectados son ordenadores, reproductores de mp3, y teléfonos móviles. Sus principales características para valorar su calidad son:
Frecuencia: Se refiere al rango de frecuencias sonoras que puede soportar el auricular. Es una característica diferente para cada modelo.
Impedancia: Se refiere a la resistencia que se impone al paso de la corriente eléctrica. Se relaciona con el volúmen, a menor impedancia, mayor volumen posible.
Decibelios: Es la unidad de medida de la intensidad sonora, su aumento significa un volumen máximo mayor. La mayoría de auriculares soportan hasta 100 db.
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