Actualmente los fabricantes están tendiendo a “modelar” modelos antiguos (debido al gran prestigio, calidad y sonido). Esta técnica consiste en analizar la circuitería de estos procesadores clásicos y la interacción entre cada uno de los elementos que los componen para después replicar el comportamiento mediante complejos procesos de programación, de tal forma que podemos tener en formato “plug-in” (formato software) todos los modelos que queramos sin preocuparnos de las limitaciones que se tiene con sus análogos hardware (peso, alto coste, deterioramiento de los componentes, espacio ocupado, etc).
El funcionamiento de un compresor consiste en la reducción de la dinámica sonora (distancia entre sonidos altos y suaves) de una señal eléctrica o digital. Para un correcto funcionamiento estos equipos disponen de algunos parámetros estándar o prácticamente comunes a todos los modelos, que son los siguientes:
Threshold : Con este control seleccionamos a partir de qué nivel de señal empieza a actuar.
Ratio: Indica la cantidad de compresión que se va a aplicar una vez superado el threshold o umbral. Por ejemplo, una ratio de 4:1 significa que por cada 4 db de señal que superen el umbral sólo pasa 1 db.
Ataque: Controla el tiempo que tarda el compresor en reaccionar.
Release: Controla el tiempo que tarda el compresor en dejar de actuar.
Knee: Indica la curva de compresión, es decir, si se selecciona un knee suave estaremos reduciendo (aunque en menor medida) señales con algo menor de nivel que la del umbral.
Habitualmente también se incluye un medidor de reducción de ganancia que nos permite visualizar mediante un vúmetro la cantidad aplicada en cada momento.