El gramófono, término que aparece de las palabras griegas gramma que significa escritura y fonos que significa sonido, era un instrumento electromecánico para grabar y reproducir sonido a partir de un disco plano, a diferencia del fonógrafo que lo hacia a partir de un cilindro. Fue patentado en 1888 por el inventor germano-estadounidense Emile Berliner (1851-1929), y comenzó a utilizarse para recoger la voz de los grandes cantantes e intérpretes de la época.
El gramófono consta de cuatro componentes básicos: el plato giratorio, el brazo, la aguja y el amplificador. Utilizaba un sistema de grabación mecánica analógica en el cual, las ondas sonoras son transformadas en vibraciones mecánicas, que hacen mover una púa que traza surcos que conforman una espiral, sobre la superficie de un disco metálico que ha sido tratado químicamente. En forma inversa, al recorrer el surco de un disco de material termoplástico que gira en el plato del dispositivo por parte de la púa, se generan vibraciones mecánicas las cuales se transforman en sonido que es emitido por la bocina. Los discos estaban hechos de baquelita y se rompían fácilmente, aunque a pesar de tales limitaciones el gramófono alcanzó rápida popularidad, sobre todo merced a la fabricación de una vasta colección de piezas musicales registradas por compañías de grabación americanas y europeas. El inmenso éxito del gramófono desembocó en la exigencia de un mejor sonido. Hacia 1920, el anticuado ingenio mecánico comenzó a sustituirse por la grabación y reproducción eléctrica, en la que las vibraciones de la aguja se amplificaban mediante elementos electromagnéticos en lugar de la bocina.
La mayoría de los gramófonos, estaban accionados por motores de muelle y había que darles cuerda, aunque habia gramófonos a aire caliente llamados “Maestrophone”, que utilizaban un motor de aire caliente para su funcionamiento y también existian los gramófonos “Palmodian”, cuyo brazo reproductor y altavoz amplificador eran un violin.
Se continuó usando masivamente hasta mediados de los 50, época en que aparecen los casetes y comienzan a comercialisarse magnetófonos de bobina abierta para uso casero. Aun así el gramófono seguía siendo líder en el mercado. Su declive ocurrió tras aparecer los toca CDs en 1981. Este soporte eliminó de forma radical su venta. Los tocadiscos que se fabrican hoy en día, también llamados giradiscos o "Turntable", están fabricados para pinchadiscos, ellos los emplean para mezclar y crear música.